MEMORIAS
(CIENTÍFICAS) DE ÁFRICA
Intentar
combinar
ciencia y África en un artículo puede sonar a broma. África es el
continente
donde se acumula más del 40% de la pobreza extrema (vivir con menos de
un euro
al día) del mundo, donde la esperanza de vida es menor de 50 años
(cuando en
Europa supera los 73) y los analfabetos (no saben ni leer ni escribir)
superan
el 40% de la población, pero a la vez produce, por ejemplo, el 55% del
cacao
mundial. Sin embargo, es menos conocido que África ha sido la cuna de
innumerables
avances científicos y que hace varios siglos la ciencia colonizó África
desde
Tombuctú a El Cairo. Todo esto antes de que las siguientes
colonizaciones
borraran los vestigios de sus avances en su proceso de “civilización”
de
África.
Por ejemplo, en Matemáticas: se ha encontrado un ábaco hecho en un hueso de mandril de unos 20.000 años de antigüedad, lo que probaría que los sistemas de numeración nacieran en África casi 15.000 años antes de que aparecieran en Mesopotamia. Los khoisan (grupo que habita en el sur de África – Namibia, Bostwana, Sudáfrica, y que pasa por ser probablemente el más antiguo de la humanidad) usaban sistemas binarios y los bantúes sistemas en base cinco. El primer cálculo de geometría conocido (4.000 años) procede de Egipto y expone la fórmula para el volumen de una pirámide cuadrada truncada. Desde Pitágoras (500 A.C.) a Herodoto (450 A.C.) o Aristóteles (350 A.C.) todos ellos aprendieron de sus colegas babilonios y egipcios.
Hay
evidencias de
que los egipcios conocían y representaban el número cero con el símbolo
que se
muestra. Este símbolo se ha encontrado en cálculos usados en la
construcción de
las pirámides o en cuentas contables.
Otro dato curioso es que diferentes sociedades africanas han usado fractales en actividades cotidianas como la decoración de viviendas, trabajos de artesanía o elaboración de tejidos. Se puede ver una de estas imágenes usadas por los tchokwe (pueblo que se encuentra mayoritariamente en Angola)
Los
africanos
también han demostrado conocimientos antiquísimos de astronomía. Varias
poblaciones (los fang, en Camerún;
los wachagga, en Tanzania; los kagura, en Kenia, etc.) usaban
calendarios de doce meses. Los dogon
(en Mali) conocen desde hace unos 700 años la estrella Sirio, casi
imposible de
ser observada a simple vista y descubierta por los astrólogos cientos
de años
más tarde. Los avances en medicina (tradicional africana o la del
antiguo
Egipto) son asimismo muy notables. Hace más de 5.000 años en Egipto,
los
africanos desarrollaron su sistema de escritura jeroglífica, la
escritura
conocida más antigua. El desarrollo de la escritura egipcia (hierático)
daría
origen más tarde, al nacimiento de los sistemas de escritura Tifinagh
(berebere) y Copto (etíope), e inspiraría los
sistemas de escritura hebreas y árabes e, indirectamente, el griego,
latino y
cirílico.
Pero quizás donde África ha demostrado más conocimiento es en la ingeniería y la arquitectura. Parece claro que la rueda es una invención africana, así como la navegación a vela, ya que aparecen en pinturas rupestres saharianas, lo que supuso una revolución para el progreso de las comunicaciones.
En el África negra se desarrolló la metalurgia en una época muy temprana, posiblemente alrededor de 1.400 años AC, de manera que se empezó a producir acero en hornos de carbón. Otro dato que sorprende en la riqueza y variedad de la producción textil: el algodón se usa desde hace más de 500 años y también conocían la seda procedente de diferentes artrópodos. Además, muchos de estos avances fueron conseguidos por mujeres, ya que eran las responsables de aspectos como la industria de la alfarería, la función del hierro, la fabricación de tela, etc.
Los
más grandes
logros son probablemente los arquitectónicos: las fortificaciones de
Benin que
incluyen 500 núcleos urbanos fortificados, interconectados, y ocupan
más de
5.000 kilómetros cuadrados; la ciudad del Gran Zimbabwe del siglo XI
donde
vivían casi 20.000 personas; las once iglesias de Lalibela excavadas en
la roca
en el siglo XII en Etiopía, pero sobretodo las pirámides egipcias.
Las pirámides de Egipto construidas hace mas de 4 000 años, son la maravilla más antigua y la única que se conserva. Permanecen siendo un enigma sus métodos concretos de construcción, tremendamente avanzados para esa época. Los datos, por ejemplo, de la Gran Pirámide de Keops son tremendos: dos millones seiscientos mil bloques de piedra, un volumen total de más de dos millones y medio de metros cúbicos, un peso superior a los siete millones de toneladas, cien mil hombres trabajando en turnos de tres meses durante veinte años ... La forma en que se elevaron los bloques de unos 2.500 kilogramos a una altura de unos 68 metros requeriría de una tecnología muy sofisticada por medio de varias rampas, poleas y contrapesos.
¡No
nos hubiera
ido tal mal que África hubiera empezado de verdad en los Pirineos!
Si hoy queremos acercarnos a la realidad africana tenemos algunas opciones que explorar. Los misioneros combonianos tienen muy cerca del colegio (Arturo Soria 101) el Museo de África. No es muy grande pero tiene algunas piezas de interés. Desafortunadamente solo puede visitarse los domingos de 11.30 a 13.30. La misma congregación edita la revista Aguiluchos que puede encontrarse integra en Internet. Especialmente recomendables sus tebeos interactivos. El Museo Nacional de Antropología (4) tiene una sección dedicada a África. Atención a un teatro de títeres africanos: El teatro de la selva, programada para el domingo 28 de octubre a las 12 horas con entrada libre.
Otra Web con información de África y la posibilidad de realizar acciones solidarias con ellos es la de la ONG Fundación Infancia Solidaria. Existe un buen número de tiendas solidarias en Madrid. ¿Porqué no comprar los siguientes regalos en ella?
Acabamos presentando un
juego tradicional africano que tiene mucha “ciencia”. Se trata del Mankala
o Wari. El “tablero” lo componen dos filas de 6 hoyos más dos
recipientes
que son las casas. Pueden hacerse en el suelo, en un trozo de madera,
en un
bloque de arcilla ... Al empezar el juego en cada uno de los doce hoyos
habrá
cuatro fichas (pueden ser semillas, piedras, palitos, ...) Un
movimiento consiste en coger todas las
fichas de uno de nuestros hoyos e ir depositando una a una en los hoyos
siguientes (tanto nuestros como de nuestro rival) en el sentido
contrario al de
las agujas del reloj.
La
captura se produce si al depositar la última piedra de un movimiento se
hace en
un hoyo enemigo, y este contiene (contando la piedra que acabamos de
depositar)
dos o tres piedras: estas son comidas. Es decir, las sacaremos y las
dejaremos
en nuestra casa Lo mismo iremos haciendo, uno a uno, con los hoyos
anteriores
al último siempre que contengan dos o tres piedras y pertenezcan al
enemigo,
hasta que lleguemos a uno que no cumpla alguna de estas condiciones
(del que no
tomaremos las piedras). Obviamente gana aquel que tenga más piezas en
su casa. Puede jugarse
on-line.
¡Kwa
herrín¡ (adiós en Suahili).
Los profesores chiflados
© Juan José Moreno Navarro, 2007